Novedad editorial: La corporación como sociedad imperfecta
El nombre de Brian McCall no es desconocido para los lectores de la revista Verbo (la cual recientemente reseñaba su libro To Build the City of God. Living as Catholics in a Secular Age). En el mundo de lengua inglesa es mucho más conocido aún en los ámbitos católicos y en los jurídicos. Ahora en la colección Prudentia iuris (que publica Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A. con el patrocinio de la Fundación Francisco Elías de Tejada y del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, con el sostén de la Fundación Speiro) aparece un volumen, número 17 de su serie minor, con su trabajo La corporación como sociedad imperfecta, en cuidada traducción española de Clara Gambra Mariné.
Aquí «corporación» debe entenderse en su acepción más próxima al inglés corporation, es decir, en su acepción mercantil o empresarial. Como nos explica la contraportada del libro:
Tras cerca de diez años de ejercicio profesional en un despacho de abogados internacional, Brian McCall se incorporó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Oklahoma, en la que enseña principalmente derecho de contratos y derecho mercantil. Su línea de investigación está basada en la tradición del derecho natural, que aplica principalmente a las cuestiones tocantes a la regulación legal de la economía. Entre sus publicaciones cabe citar las dedicadas al dinero, al préstamo usurario o al precio justo: Money, Money Everywhere but not a Drop to Secure (2007), The Church and the Usurers: Unprofitable Lending for the Modern Economy (2013) o It is Just Price (2014).
Las corporaciones, y en especial las empresas que cotizan en Bolsa, son entidades públicas. Ontológicamente, se parecen más a los gobiernos que a las relaciones contractuales privadas. En este libro se sostiene que el derecho apropiado para entender la corporación, en vez del derecho contractual o el de propiedad, es el constitucional. Se aplica consiguientemente la filosofía política aristotélica a la empresa corporativa. Y se argumenta que la corporación es una de las sociedades imperfectas que conforman la sociedad perfecta de la comunidad política. Las implicaciones de dicha interpretación incluyen el reconocimiento de que la corporación se debe dirigir de manera coherente con el bien común de la corporación, pero también con la debida atención al bien común de la sociedad perfecta de la cual forma parte.
9 septiembre 2015 a 6:13 am
[…] La corporación como sociedad imperfecta, de Brian McCall. […]
11 octubre 2016 a 12:58 am
[…] hallamos, de un lado, la colección «Prudentia iuris», de Marcial Pons, donde se estamparon La corporación como sociedad imperfecta, del profesor estadounidense Brian McCall, y el volumen colectivo De matrimonio, promovido por la […]