«Constitución. El problema y los problemas», nuevo libro de Miguel Ayuso

Constitución. El problema y los problemas
Del presidente del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, Miguel Ayuso Torres (catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia de Comillas-Madrid) acaba de aparecer un nuevo título en la colección Prudentia iuris, serie media: Constitución. El problema y los problemas. En su contraportada proporciona el siguiente resumen:

La constitución moderna y el movimiento intelectual (rectius ideológico) que se halla en su base, el constitucionalismo, aparecen en todos los problemas que la experiencia político-jurídica tiene planteados en la coyuntura presente. Este libro los repasa a partir de esa conexión, de manera que por sus páginas desfilan el lenguaje político, la matriz racionalista, el sistema, el ordenamiento (y el orden), la unidad y la pluralidad, la función y el método, la identidad y la integración, la ley, los principios, la libertad, los derechos, el poder constituyente y el derecho natural (y divino). De entre ellos destaca, en nuestros tiempos de cambios constitucionales más bien apresurados y por lo común poco meditados, el problema de la Constitución y el constitucionalismo, oscilante entre el agotamiento y la radicalización, esto es, entre el post-constitucionalismo y el neo-constitucionalismo.

Para hacernos una idea más completa de su planteamiento y del contenido de sus 198 páginas, además de su contexto, lo mejor será recurrir a la introducción del libro:

1. PERSPECTIVA

La ideología constitucional dominante en el siglo pasado gravitó alucinada en torno de la obra de Hans Kelsen. El profesor austriaco fue sobre todo un lógico, como demuestra el hecho de que quienes se remiten a sus ideas las hayan explotado sobre todo en el terreno de la lógica de las normas. Su sistema, pretendidamente puro, esto es, cerrado al «derecho natural», se simboliza en la pirámide, que no es acaso monumento funerario. La observación más elemental evidencia, sin embargo, que ese «sistema», actuado a través de una verdadera «geometría legal», no acertó a fundar convincentemente la construcción, pendiente, en suma, de la última revolución que ha triunfado, de la Gorgona del poder. Como no es fácil sostenerle a ésta la mirada mucho tiempo, por las ventanas, cuando no por sus grietas, comenzaron a colarse los «valores» que había arrojado por la puerta. Pero la Constitución material, complementaria cuando no opuesta a la formal, no pasó de la consideración de las fuerzas políticas (los partidos), en realidad pseudo-fundantes, o a lo más del contexto sociológico.

Ese positivismo (aparentemente) abierto, el de Carl Schmitt, otro nombre mítico, si bien esta vez —para muchos— maldito, resultó a la postre más agudo que el clausurado, aunque —tras un fulgor tan brillante como pasajero— declinara rápidamente por mor de las ortodoxias celosamente custodiadas por la inquisición kelseniana. Una consideración más penetrante y cuidadosa, en todo caso, nos descubriría una oposición entre ambas versiones quizá menos tajante que la presentada en la vulgata académica.

Esa disyunción que la sociología aprehende, sin embargo, dista de agotar un venero tan rico y tan necesitado de discernimiento, por la ganga abundante que acompaña al metal precioso (o menos). Añádese, para tal fin, un segundo estrato, el de la teoría, si se toma el término en sentido estricto, es decir, como elaboración general y abstracta del «dato sociológico» o como sistema inducido por la efectividad¹. En ese orden observamos cómo, si permanecemos con Kelsen, a partir de unos principios que desempeñan el papel de axiomas, ha de procederse deductivamente; mientras que, si nos transbordamos a Schmitt, los principios alcanzan contenido variable, asumiendo un significado u otro en función del momento histórico. Lo que en Kelsen es interpretación se torna en Schmitt narración, aunque —en lo que hace a la hermenéutica— aquél evolucionase hacia los tipos abiertos mientras éste se afincaba en un sentido innovativo con el ejercicio de un poder político como clave. Un segundo salto nos conduce derechamente a la filosofía (que no es sustituible por la teoría), traspasada por una instancia de verdad más que de método, y a la que no basta la existencia de algo, pues busca su justificación.

En las páginas que siguen se ha aplicado a la Constitución este triple enfoque. Así, partiendo de una consideración técnica (sociológica hemos dicho antes, pues para los efectos que aquí nos interesan son intercambiables), se avanza luego derechamente por la senda de la teoría y se aborda con decisión, para terminar, la penetración filosófica de la Constitución. Ésta es la que se presenta como el problema de la Constitución, que se desborda en los problemas que la misma exhibe tanto en su historia como —sobre todo— en nuestros días. Pero no se espere sin embargo un discurso lineal. Los estratos están mezclados, pues la teoría y finalmente la filosofía emergen de la presentación sociológica.

2. RECAPITULACIÓN

Quien esto escribe viene emborronando páginas desde hace más de treinta y cinco años. Su quehacer se ha contraído a tres ámbitos distintos, aunque no necesariamente siempre distantes.

El primero, ubicado formalmente en la historia del pensamiento político, en particular del que cabe calificar de tradicional (mejor que «tradicionalista»), no sólo ha dado lugar a tres libros, sino también a un centenar de artículos. Los libros se han ocupado de la obra de Vicente Marrero, Francisco Elías de Tejada y Rafael Gambra, acompañados luego de la edición digital de la obra completa de los tres y, en los dos últimos, de trabajos colectivos sobre los mismos². Si pasamos a los artículos, han desfilado los nombres clásicos de Edmund Burke, Juan Donoso Cortés, Marcelino Menéndez y Pelayo, Juan Vázquez de Mella o Charles Maurras. También los más recientes de Eugenio Vegas Latapie, Juan Vallet de Goytisolo, Álvaro d’Ors, Leopoldo Eulogio Palacios o Francisco Canals, entre los españoles peninsulares. Y los de Osvaldo Lira, Rubén Calderón Bouchet, Alberto Wagner de Reyna, Vicente Ugarte del Pino, Jorge Siles Salinas, José Pedro Galvão de Sousa, Luis Corsi Otálora, Frederick D. Wilhelmsen, entre los españoles de Ultramar³. Más en general, para cerrar este elenco, los de Jean Ousset, Marcel de Corte, Jean Madiran, Gustave Thibon, Thomas Molnar o Melvin Bradford. Pero también otros han considerado el asunto de un modo temático, sea en su conjunto (el pensamiento tradicional hispánico y el carlismo en particular), sea en algunas de sus ideas centrales (la unidad católica, la virtud de la piedad patriótica, la monarquía tradicional y el foralismo).

En el segundo, que se encuadra en la filosofía jurídico-política, cabe distinguir una línea centrada en los estudios de derecho natural y otra desenvuelta en la indagación de la naturaleza del Estado y su situación existencial presente. Respecto a los primeros, amén del impulso de lo que Elías de Tejada llamó el «derecho natural hispánico», he organizado hasta cuatro jornadas internacionales en la senda de las que el polígrafo extremeño convocó en 1972, y me he ocupado de las distintas perspectivas del derecho natural (ontológica, axiológica y metodológica), de las relaciones entre el derecho natural y el positivo, amén de otros temas monográficos. En cuanto a la segunda, iniciada a fines del decenio de los años ochenta del pasado siglo, se ha concretado singularmente en tres monografías, una de ellas ya traducida al portugués y en curso de verterse al francés, así como una cuarta centrada en el «Estado» católico, traducida al italiano.

El tercero y último se ha volcado sobre el derecho público y, particularmente el constitucional, desde un ángulo problemático más que dogmático, por lo mismo convergente con el terreno anterior. A una monografía inicial sobre el problema de las fuentes, con referencia a la legitimidad, traducida al francés, y a otra de lectura crítica de la Constitución española vigente, estampada en italiano, se suman no menos de veinte artículos, con frecuencia procedentes de ponencias y comunicaciones a congresos nacionales e internacionales.

3. CONTENIDO

El autor se ha decidido a revisar y reunir muchas de estas páginas que completan esa visión de la Constitución y el constitucionalismo, de modo que este libro completa y perfila, al tiempo que generaliza, el anterior sobre el texto de 1978.

Que se trata también de una visión o lectura problemática del fenómeno constitucional se anuncia ya desde el título, que menciona el problema y los problemas. Se aborda en primer lugar la conexión del problema de la constitución (y, a fortiori, del constitucionalismo) con los distintos problemas en que se concreta. Para, a continuación, desgranar éstos: el del lenguaje político moderno, la ideología constitucional, el sistema (racionalista), el orden (y el ordenamiento), la unidad y pluralidad (del ordenamiento), la función y el método, la identidad y la integración, la ley, los principios, la democracia (la forma y el fundamento), la libertad, los derechos y el poder constituyente. No están, claro es, todos los posibles, si bien el elenco reviste cierta significación. Finalmente se torna sobre el problema, a través del derecho natural y el derecho divino, por medio de los ejemplos de la escuela católica y el matrimonio canónico.

Aunque algunos temas se entrecruzan inevitablemente, no siendo fácil su consideración separada, se ha buscado esforzadamente presentarlos de modo conciso y diferenciado. También siguiendo un cierto orden en su «declinación». Ello ha obligado a reelaborar muchas páginas, para evitar excesivas reiteraciones. Aunque no todas, lo que habría sido amén de imposible inconveniente para la comprensión de lo que se desea transmitir.

El resultado, por modesto que sea, creemos reviste un cierto interés para quien no se contente con transitar los caminos trillados y busque hallar nuevas sendas (por escarpadas que fueren) en la persecución de la verdad.

NOTAS
  1. D. Castellano, La naturaleza de la política, Barcelona, Scire, 2006, introducción.
  2. Las monografías son: La obra de Vicente Marrero vista por la crítica, Las Palmas de Gran Canaria, Sociedad de Amigos del País, 1990; La filosofía jurídica y política de Francisco Elías de Tejada, Madrid, Fundación Elías de Tejada, 1994; Koinós. El pensamiento político de Rafael Gambra, Madrid, Speiro, 1998. La edición digital de sus obras ha tenido lugar dentro de la colección de polígrafos de la Fundación Ignacio Hernando de Larramendi. Finalmente, en cuanto a las obras colectivas, deben mencionarse: Francisco Elías de Tejada: figura y pensamiento (Madrid, Editorial Complutense, 1995) y Comunidad humana y tradición política. Liber amicorum de Rafael Gambra (Madrid, Actas, 1998). Si bien en la primera no consta que la edición de la obra corrió a cargo, como fue, de quien firma estas líneas, por decisión no sólo arbitraria sino injusta del profesor Ángel Sánchez de la Torre, director de la colección «Maestros Complutenses de Derecho» en la que se publicó.
  3. No parece razonable referir aquí esos buenos cuarenta estudios y notas, hoy accesibles fácilmente, pues la referencia de la mayoría de ellos se encuentra en la red. Y que quizá debiera reunir en un volumen.
  4. Tampoco vamos a citar todos ellos. Si bien cabe mencionar el volumen Las murallas de la Ciudad. Temas de pensamiento tradicional hispánico (Buenos Aires, Nueva Hispanidad, 2001) y dos opúsculos: Qué es el Carlismo. Una introducción al tradicionalismo hispánico (Buenos Aires, Ediciones de la Academia, 2005) y Carlismo para hispanoamericanos. Fundamentos de la unidad política de los pueblos hispanos (Buenos Aires, Ediciones de la Academia, 2007).
  5. He curado también la edición de las II, III y IV Jornadas Hispánicas de Derecho Natural: El derecho natural hispánico: pasado y presente (Córdoba, Caja Sur, 2001), Cuestiones fundamentales de derecho natural (Madrid, Marcial Pons, 2009) y El bien común. Cuestiones actuales e implicaciones político-jurídicas (Madrid, Itinerarios, 2013). Y estoy preparando la de las V, recién celebradas en Ciudad de México.
  6. Me limito a remitir a las actas, también editadas a mi cuidado, del V Congreso Mundial de la Unión Internacional de Juristas Católicos: Utrumque ius. Derecho, derecho natural y derecho canónico (Madrid, Marcial Pons, 2014).
  7. ¿Después del Leviathan? Sobre el Estado y su signo (Madrid, Speiro, 1996), ¿Ocaso o eclipse del Estado? Las transformaciones del derecho público en la era de la globalización (Madrid, Marcial Pons, 2005) y El Estado en su laberinto. Las transformaciones de la política contemporánea (Barcelona, Scire, 2011).
  8. La constitución cristiana de los Estados (Barcelona, Scire, 2008).
  9. De la ley a la ley. Cinco lecciones sobre legalidad y legitimidad (Madrid, Marcial Pons, 2001).
  10. El ágora y la pirámide. Una visión problemática de la Constitución española (Madrid, Criterio, 2000).

Para ver las primeras páginas del libro, que incluyen un detallado índice, hacer clic en este enlace.

Ayuso, Miguel, Constitución. El problema y los problemas. Marcial Pons, Madrid 2016. Colección Prudentia iuris, serie media. Cartoné, 22 x 16 cm. 198 páginas. ISBN 978-84-9123-072-4. Depósito Legal M-31.424-2016.

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